lunes, 28 de abril de 2008

Diario de un padre del siglo XXI

Publicado en: El País Semanal, Extra Vuelta al Cole, 9 de septiembre de 2007, 4-5.


DIARIO DE UN PADRE DEL SIGLO XXI


Este texto sintetiza muchos de los problemas a los que se enfrentan las familias del siglo XXI. Pese a que el enfoque que se hace es el de una familia de clase media y se exagera un poco, su contenido tiene mucho interés para reflexionar sobre los aspectos que preocupan a los padres de cualquier clase social. Su comentario lo organizaré en torno a tres ejes:

1. Ser padre hoy
2. Los niños hoy, según los padres
3. El contraste con el ayer



1. Ser padre hoy

- El texto plantea cómo las familias que deciden tener hijos hoy tienen que pagar un precio, pues los hijos obligan a renunciar a un modo de vida que sin ellos podría desarrollarse. Plantea el texto que “se acabó salir y viajar”, “se acabó vivir sin planificación”.

- En las familias, con hijos y sin hijos, cada vez es más necesario que trabajen los dos miembros de la pareja. Hay que “pagar una hipoteca del siglo XXI”. En ocasiones, se trabaja tanto tiempo que es preciso contar con apoyos: canguros o familiares que contribuyan al cuidado y atención de los hijos.

- Ser padre hoy significa vivir “apurado”: desde que suena el despertador en las casas se genera una contrarreloj para preparar los desayunos, vestir a los niños, llevarles al colegio, etc. Cualquier contratiempo puede entorpecer el desarrollo del día.

- La paternidad se ejerce casi hasta que se es abuelo, no hay más que recordar que muchos hijos tardan mucho en marcharse de casa.

- Aún así, el texto plantea que la paternidad es reconfortante.


2. Los niños hoy, según los padres

- Los niños exigen atención permanente: quieren que se juegue con ellos, preguntan permanentemente sobre lo que haces, en ocasiones, interrumpiendo, retozan y queman energía sin agotarse, se caen, meten los dedos en los enchufes…

- El texto define a los niños como “máquinas para generar sentimientos”: amor, euforia, dicha, calma… Los padres se ven obligados a negociar permanentemente con los hijos. La palabra del padre puede discutirse.

- Los niños hoy tienen una amplia vida social. Los padres, de algún modo, son sus esclavos y les llevan la agenda con sus fiestas de cumpleaños, fiestas del colegio, o fiestas preparadas sin razón alguna. “Los padres nos hemos convertido en parques temáticos de nuestros hijos”. Tienen más vida social algunos niños que sus padres.


3. El contraste con el ayer


- Todo lo dicho puesto en contraste con el modo de vida de nuestro país una o varias generaciones atrás deja ver un contraste considerable.

- Es alto el precio que hay que pagar para tener hijos hoy. En una sociedad que adora la autonomía, la independiencia y la individualidad, la renuncia al modo de vida sin hijos puede suponer un gran esfuerzo. Al contraste con el pasado, destaca que seguramente antes no era tan necesario hacer cábalas antes de tener niños.
- Plantea el texto que “mi madre que creció en la posguerra, se preocupaba mucho de que mis hermanos y yo comiéramos, de que no pilláramos una infección, pero le resultaba indiferente que nos aburriéramos”. Muchos padres hoy, preocupados porque a sus hijos no les falte de nada, han cambiado su rol en este aspecto.


Carmen Álvarez Álvarez

No hay comentarios: